Acné Rosácea

Acné Rosácea

El acné rosácea es una patología crónica que hoy por hoy no tiene un tratamiento definitivo que lo erradique, pero podemos paliar mucho sus efectos siguiendo unas sencillas normas que os daré a continuación.

Hay la falsa creencia de que el sol favorece la eliminación de este tipo de acné. Todo lo contrario. Para evitar las rojeces que salen y las molestias que nos provocan a nivel de picor o escozor, es importante salir a la calle con una protección solar mínima del 30, aunque sería mejor utilizar una de protección 50. 

También deberíamos evitar los cambios bruscos de temperatura. Hoy en día es difícil porque en verano nos encontramos con los aires acondicionados y en invierno con las calefacciones, así que si vamos a comprar y entramos y salimos de diferentes locales, estos cambios bruscos se producen agravando aún más este problema. 

Pensar que este tipo de acné provoca que nuestros capilares sanguíneos se vuelvan más permeables, se dilaten y pierdan su elasticidad haciendo que aparezcan rojeces en la zona afectada. 

Debido a que nuestra piel es un reflejo de nuestro estado emocional, deberíamos evitar en la medida de lo posible el estrés. Para ello podemos utilizar sistemas como la meditación, la relajación, el yoga u otros que nos ayuden. 

Cuidado externo de la piel

Cuando tenemos acné, la tendencia es a utilizar productos muy astringentes o muy abrasivos. A veces incluso nos colocamos alcohol para secar la zona de granos. Esto es completamente contraproducente y no hace más que agravar el problema, ya que si secamos mucho la capa lipídica de la piel, ésta ordena generar más grasa para recuperarse, con lo que conseguimos un efecto contrario al que queríamos lograr. 

Es importante utilizar productos que no alteren esta capa lipídica y que nos permitan regenerar y cuidar nuestra piel, manteniéndola limpia, hidratada y nutrida. 

Para ello, nos limpiaremos el rostro con Agua Micelar. Este tipo de Agua es una espuma muy suave que se aplica por todo el rostro y cuello en cantidad abundante y se va retirando con un disco de algodón. Nos proporciona una buena limpieza de la piel sin agredirla. También podemos utilizar hidrolatos como el de Hamamelis, Lavanda o Rosa. 

Dos veces por semana utilizaremos un jabón natural de arcilla, árbol del té o propólis para limpiarnos la piel en lugar de utilizar el Agua Micelar o los hidrolatos. 

No nos exfoliaremos nunca la piel, ya que al hacerlo arrastramos bacterias que podrían volver a contaminarla. Es mejor cada semana o cada 15 días hacernos una mascarilla de arcilla verde, que limpia, refresca y regenera la piel eliminando las células muertas de la misma. 

Aunque nos parezca todo lo contrario, es bueno utilizar aceites vegetales que nos hidratan y nutren la piel en profundidad, ya que son más parecidos a la composición de la misma. 

Los mejores en caso de acné rosácea o rojeces serán los de caléndula o jojoba.

Por la mañana, después de la limpieza del rostro podemos utilizar un Serum a base de ácido hialurónico y colágeno, que mantendrá la humedad de nuestra piel y la protegerá de agentes externos. También podemos usar una crema de Karité sola o mezclada con un aceite esencial de salvia o de lavanda por ser muy antisépticos. 

Por la noche, después de limpiarnos la cara, podemos utilizar los aceites vegetales. Para que estos hagan todo su efecto, tan sólo es necesario que los tengamos entre 60-90 minutos en nuestra piel. Al irnos a dormir podemos retirar el exceso con un pañuelo de papel sin arrastrar, tan sólo dando suaves toques. 

Normas dietéticas

Es importante eliminar el tabaco, ya que este provoca una vasoconstricción haciendo que llegue menos oxígeno a nuestras células y que se desmejore mucho el estado de nuestra piel. 

El alcohol tampoco es buen aliado, ya que dilata los capilares de la piel provocando más rojez. 

Deberíamos eliminar de nuestra dieta todos aquellos alimentos que sean estimulantes, vasodilatadores o liberadores de histamina.

No es recomendable comer alimentos fritos. Es mejor hacerlos hervidos, al vapor o al horno.  

Eliminar las comidas con mucho picante. 

No es bueno tomar alimentos muy calientes ya que dilatan nuestros vasos sanguíneos provocando más rojez.

Alimentos que empeoran el acné rosácea

Quesos curados

Embutidos

Carnes rojas

Marisco

Azúcares

Chocolate

Mantequilla

Bollería industrial

Harinas refinadas

Pasta refinada

Encurtidos (por el exceso de vinagre)

Citricos

Tomate

Pimiento rojo

Berenjena

Rábano 

Remolacha

Alimentos que mejoran el acné rosácea

Pescado azul (contienen omega 3 que es antiinflamatorio)

Carne blanca (pollo, pavo, cordero)

Queso fresco de cabra u oveja

Espárragos

Verduras de hoja verde

Calabacín

Calabaza

Apio

Judía verde

Coliflor

Col

Brócoli

Puerro

Cebolla 

Ajo

Nueces

Pan de grano entero

Cereales integrales

Mango

Uva

Melón

Manzana

Pera

Aguacate

Mango

Arándanos rojos

Frambuesa

Fresa

Especias suaves (azafrán, cúrcuma, cardamomo, hinojo, comino)

  

Espero que este artículo os haya sido de ayuda, y ya sabéis que para cualquier duda podéis contactar conmigo en Herbolari Blau i Verd. 

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